Mina (Astigarraga): Enero 31, 2014

Sidrería que inaugura el XX aniversario de la I Sagardo Bira. Estamos más viejos, más feos, pero aún tenemos sed. Intentaremos repetir algunas de las sidrerías que hace 20 años que no visitamos, como la que nos ocupa.

Asistentes: Iker, Maria, Johnnie, Tere, Eneko, Edu, Nesss

Previo

La llegada del maño se celebra con un ribeiro con sabor y color a txakoli (!!) mas una caña y dos pinchos de lacón cocido en el Maruxa. Tras ir en el bus con unos que claramente iban de sidrería a Astigarraga, dejada de trastos en Nesss’s, dos kalitxikis en Hernani; enfrente de Kixkal el hermano de una conocida de Nesss nos dice que en Mina buena comida pero la sidra poco hecha, lo que enerva a Edu (“nadie le pidió opinión, copón, si vamos a ir de todas formas...”). Conversación romántica de Nesss sobre las monedas de dos euros con la de los ojos bonitos. Cogemos el bus a Astigarraga en la calle Txirrita; En Zinkoenea contra todo pronostico se sube Johnnie corriendo al bus y Tere después entre grandes jadeos, arf arf. Ronda en el Ekaitz en Astigarraga donde vemos un cartel del Txotx Berri de este año, que parecía ser de pintxo- pote de dia en bares y de cena de sociedades en alguna sidrería de noche. Llega Eneko y poco después salimos a pie hacia Mina, al final de la calle Nagusia, entre las dudas de nuestros acompañantes. Edu les tranquiliza diciendo que estaba sólo a berrehun metro, frase que repite cada vez que le preguntan. Un coche que iba en dirección contraria nos pregunta por Lizeaga. Poco después dos coches de gabachos que iban en nuestro sentido nos preguntan casulamente por Mina. Mierda, ya va a haber gabachos. Poco después nos adelanta un bus de chimbos que tiró hacia Mina. Mierda, ya va ha haber buses de gente rara. Nos acojonamos cuando vemos la luz del bus que sube y sube y sube como si fuera un avión que hubiera despegado, mientras Johnnie, Tere, y Eneko nos preguntan precoupados "¿no habrá subir hasta ahí, verdad?”, a lo que Edu responde “está sólo a berrehun metro”. Cruzamos por debajo de la variante, cogemos el desvio a la izquierda… y va y aparece Iker y Maria en coche, que suben a Johnie y Tere. Los tres restantes arf arf siguen subiendo arf arf la puta cuesta del Txoritokieta bidea arf arf, seguramente diseñada por el mismo que hizo la cuesta arf arf hasta Oiarbide.

Sidrería

Sitio para comer en L, con cocina a la vista, y pasillo de unas 15 kupelas, 2/3 de ellas de madera y un txotxero joven e hiperactivo, perteneciente a la escuela de ansiosos de "Boitila" Oiarbide y Jose Mari Alberro. Espectacular ambiente tradicional, ni un banco, servilletas de tela, y mesas de madera altas (casi a la altura de una barra) con doble altura para dejar abajo las chamarras. Lleno hasta la bandera; una jodida Gremlin gabacha nos desata los nervios con su risa molesta e histriónica. A Nesss le molan las fichajes que sustituyeron a los gabachos que llevan al Mowai.

De comer, dos tortillas redondas de bacalao (ante la sorpresa de Tere se se creyó que se les había acabado el bacalao), una bandeja de bacalao frito con pimientos verdes y rojos (con los que Edu hace un Josune parcial; más tarde perpetra un robo de pincho de bacalao con gran juego de cintura ante el ladron tenedor de María) y otra bandeja de bacalao en salsa verde con patatas y huevo cocido que gusta a la concurrencia. Dos txuletones tremendos, el segundo escaso de sangre, y ambos con el hueso quiza demasiado turrado, según contaron los toca-armónicas habituales; Edu hubiera pedido la tercera chuleta. De postre, ocho trozos de queso (demasiado medido y escaso) y dos de membrillo con nueces. Parece que no sacaban lo siguiente hasta que se acababa del todo una bandeja, buena costumbre. En total 215,60€ (31€ cada).

Con el estrés del txotxero ("¿Este tío no se va a cenar o que?", decía Edu) probamos casi todas las kupelas ya sólo entre la tortilla de bakalao y el bacalao frito. Emotivo cantico del bertso de la IV Sagardo Bira por el orfeón de los hermanos Nesss. Maria llama Nesss a Edu por error, enervándole de nuevo. Canticos solitarios de Edu del himno del Athletic ante la vergonzosa interpretación del Txuri Urdin por el resto de la sidrería. Muchas fotos, numerosísimos txotxes, salimos de los últimos, menudo pedo. Edu y Maria se llevan un grato recuerdo de la sidrería.

Epílogo

Para volver Iker volvió a hacer de chofer para bajarnos en varios fascículos aunque los andarines hicieron parte del camino. Al dia siguiente Iker y María tienen que hacer de padres responsables una vez mas (a las 8:00). Vamos al Ikatza, donde la media edad coincide con la nuestra, no hay relevo generacional. Se lia una konga, Edu la rompe y al acabar la canción la canción comprueba que detrás suyo sólo había una chica y no las 250 que el creía que le habían seguido, menudo poder de convocatoria. Poco después la susodicha le entra a Edu y Nesss aprovecha para saludar a su pequeña y neumática amiga rubia, asi como a la hermana pequeña que había currado allí de camarera, todas de Zarautz y que también habían estado en Mina. Dejan solos a Edu y Nesss, luego Nesss deja solo a Edu volviendo luego a por él. Les decimos que íbamos al Txiki, salimos, y nos vamos al irlandés, notese la depurada técnica ligotera de los susodichos. Trago en el irlandés con posterior búsqueda de Eneko por parte del camarero del irlandés que le hizo volver hasta el local: no se había pagado el kalimotxo de Edu y Nesss. Luego al Bukoi que es un bosque nabos donde hay fotos donde salimos azules, verdes, o rojos. Vuelta para coger el bus, que nos hace la jugada: había pasado hacia Hernani antes de la hora por lo que tras despedir a Eneko, que si lo pilla a Donosti, se coge un taxi a Hernani mientras Johnnie no atina a parar la música punkarra del móvil. Hernani muerto, pasamos por El Caserío pero ya cerraban asi que nos retiramos a descansar. Recena de longaniza y fuet, juntos y por separado, charletas y a las 5:30 al sobre.

Al dia siguiente, tras mal dormir, salimos a las 14:00 aprovechando que ya se habrían ido a las sidres los borrachuzos de los sábados. Algun pincho aunque la cosa estaba muy muerta y chino para comer donde entre acabar el vino y el puto licor de lagarto volvemos a la siesta templados. A las 20:00 llama Josetxu, el espíritu de Txirrita, desde la calle Homonima, que es guiado por el móvil hasta el refugio. Más tarde salida de pintxos en plan tranki por un Hernani donde casi todas las cocinas estaban cerradas. Rebaño de gente cenando bokatas en el Aralar (y tirando botellas de sidra sin avisar a la camarera, que casi se mata con los cristales); acuñamos el término "hacer un Aralar" (no comer la mitad del pan del bokata). Recena de pantera rosa rellena de paté picante con mayonesa, y lonchas de longaniza, comida dietética total.